Reglas del Póker
El póker es uno de los juegos de cartas más populares del mundo, pero para aquellas personas que no lo hayan practicado nunca, es posible que exista una gran confusión en cuanto a cómo se juega. Las reglas del póker varían bastante en función de la versión a la que se esté jugando, pero en este artículo te contamos las bases comunes a todas ellas.
Cómo ganar al póker
En una ronda o mano de póker, el objetivo de cada jugador es tener la jugada más alta de la mesa tras la última apuesta para así poder hacerse con el bote. Cada una de las manos termina o bien cuando todos los participantes han realizado la apuesta tras colocar la última carta o riverencima de la mesa, o bien cuando todos los jugadores menos uno han decidido no apostar y retirarse.
Así, hay dos posibles formas de ganar una mano de póker: o bien tener la jugada más alta de toda la mesa, o bien convencer a los rivales de que nuestras cartas son mejores que las suyas y por tanto tienen que retirarse. Debido a ello, se trata de un juego que requiere altas dosis de persuasión y psicología, dos de sus características más atractivas.
Estructura de la partida
Tras el reparto inicial de cartas, el jugador a la izquierda del dealer realizará la primera apuesta. En versiones como el Texas Hold’em o el Omaha, este primer jugador tendrá que realizar una apuesta obligatoria, la ciega chica; y el siguiente se ve obligado a apostar el doble, lo que se conoce como ciega grande. A partir de este momento, le llegará el turno al resto de jugadores, en un orden que va en el sentido de las agujas del reloj.
Aparte de las apuestas obligatorias de las dos ciegas, cada jugador tiene las siguientes posibilidades en su turno: pasar, igualar la apuesta, subirla, o retirarse. En este último caso, se pierden todas las fichas que ya se hubieran apostado.
Una vez que se han acabado todas las rondas de apuestas, los jugadores que quedan en la partida revelan las cartas de su mano en lo que se conoce como “confrontación final”. Por ejemplo, en el Texas Hold’em esto ocurre una vez que se reparte la quinta carta, el river, y se hacen las apuestas correspondientes. En la confrontación, el jugador que tenga la jugada más alta combinando sus propios naipes y las cartas comunitarias se lleva el bote.
Si en cualquiera de las rondas de apuestas de la partida todos los jugadores menos uno decide retirarse, este último se llevaría todo el dinero del bote sin necesidad de tener una jugada alta y sin que se produzca una confrontación final.